Leonardo Boff se ha esforzado en presentar su reflexión y comprensión en torno a la trinidad -gloria al padre, gloria al hijo, gloria al espíritu santo-. Él, escribe precisamente para los pobres, para los latinoamericanos, que no son precisamente lógicos pero que hemos sido contagiados y motivados por el pensamiento lógico y occidental.
Es importante la invitación hacia la mirada desde el nacimiento, desde la base, desde el surgimiento de nuestra fe trinitaria y entender su proceso histórico, para tener una mejor comprensión actual de nuestra profesión de fe. También es necesario entender que el origen de nuestra fe trinitaria no es occidental sino más bien oriental, y gracias a los esfuerzos que se han hecho para la comprensión del misterio revelado por un judío oriental, Jesús de Nazaret. Desde esta perspectiva miraremos la evolución e intentos que se han hecho para la comprensión del misterio de la trinidad.
Los evangelios no hablan de la trinidad, ni siquiera aparece el termino “trinidad”, lo que aparece es el Padre manifestado y obedecido por el hijo, y la presencia del espíritu santo. Ahora bien, la tradición viene desde el Antiguo Testamento y Jesús le da un sentido verdadero a la tradición. Se hablaba de Yahvé, el cual Jesús lo identificó como Abba (padre), un padre que no esta lejos sino un padre cercano, un padre misericordioso (el hijo prodigo), un padre amoroso y Jesús revela su relación de hijo con el Padre en sus oraciones, en sus actitudes, en sus milagros.
Un ejemplo de su oración (Lc 10, 21-22) cargada de alegría del espíritu: “Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra…” además, esta oración manifiesta la relación del Padre con el hijo y el hijo con el padre. Este texto de Lucas es fundamental para la comprensión de nuestra fe, porque la fe es la integración del ser humano consigo mismo y con Dios, es decir, es la unidad personal, el encuentro personal del ser humano con Dios.
Así también, encontramos muchos testimonios de fe comunicados en los evangelios sobre el misterio revelado por Jesucristo, que a continuación daremos algunas características de dicha revelación. Vemos que la revelación misma se desarrolla en la vida humana de Jesús, porque Jesús revela la actitud de un padre misericordioso, revela que ha sido enviado por el Padre, hace un intento por restaurar el señorío del Padre, libera en virtud de una energía y de un entusiasmo que lo impregna y que causa la admiración de los presentes. Y el espíritu santo se manifiesta a favor de Jesús, actúa en su propia vida. Revela la unión y la comunión que existe entre el Padre y el espíritu. Esta revelación lo vemos claramente en su oración, en el anuncio de la buena nueva, en el enfrentamiento con los judíos, los fariseos, en sus gestos de sanar y su trato con sus discípulos. Dicho de otro modo, la revelación se hace por medio de sus palabras, obras y actitudes. Todo esto que he dicho es un testimonio de los discípulos oculares y oyentes de su enseñanza y su mensaje.
Ahora bien, necesitamos dar otro paso mas ¿cómo ha sido comprendido, vivido y enseñado el misterio de la trinidad por los padres de la iglesia en el mundo helenista? Hay tener presente el momento histórico, el momento político, el momento cultural y el momento religioso de la época. Realmente fue una época de transformación, una época de cambio, una época donde se va configurando un mundo cristiano, una transformación del imperio. Es el encuentro de dos culturas distintas, es el desarrollo de una nueva religión cristiana pero también es el momento de defender la fe, la religión de los cristianos. En esta época vivieron los primeros padres de la iglesia en traducir su experiencia religiosa en una teología adecuada a aquel ambiente para asegurar la verdad de la fe. Usaron expresiones precisas que estaban al alcance de la razón critica de aquel tiempo; como substancia, relación, persona que son términos propiamente griegos. Estos términos no aparecen en la Biblia, por ejemplo no hablaban de persona sino hablaban de hombre, de varón y mujer, después al hombre se identifico como persona, persona significa el que tiene derecho para expresarse.
Pero resulta que el misterio no se puede encajar bajo las categorías humanas, aunque el esfuerzo humano fue necesario para la época por captar la revelación de Dios dentro de las exigencias de la razón humana y explicarla de manera coherente y lógica para que sea creíble y aceptable. Para un cristiano no fue fácil explicar el misterio lógico de la trinidad y gracias a los esfuerzos de los grandes teólogos como Tertuliano, Orígenes, Teófilo de Antioquia y otros más. Y la tradición siguió su curso, el dogma se cerró hasta el concilio de Florencia (1439-1445) pero siguió el curso de una teología abstracta, teórica, incluso hasta nuestros días como nos hacia ver Boff. Actualmente todavía vale este lenguaje ante una cultura científica-racional. Pero también es necesario hablar el otro lenguaje, el lenguaje de Jesús testimoniado por sus discípulos.
Ahora estamos consientes que nuestra cultura tiene sus raíces profundas en la cultura griega y nuestra religión tiene sus raíces profundas en la religión judía, en el judaísmo. Por eso la necesidad de conocer las raíces de nuestra cultura y nuestra religión, el cual, es indispensable recorrer este camino para tener una mejor comprensión y explicación actual de nuestra fe.
EL MISTERIO DE LA TRINIDAD COMO EVANGELIO DE VIDA
¿La trinidad que tiene que ver con la vida del ser humano? ¿Cómo explicar la trinidad desde los pobres de América latina? Boff decía que “la trinidad tiene que ver con la vida de cada persona, con su hacer cotidiano en el esfuerzo de dirigir la existencia en la conciencia recta, en el amor y la alegría, en el sufrimiento en la pasión del mundo y de las tragedias existenciales; Tiene que ver también con la lucha por denunciar las injusticias sociales y por construir una convivencia más humana y fraternal, con todo los sacrificios y martirios que supone no raras veces este empeño”. Hemos dicho que la revelación de Dios se desarrollo en la vida humana de Jesús, pues la misma revelación de Dios se revela en la vida humana de cada cristiano, en la vida del pobre, del oprimido, y de cualquier hombre; es absolutamente necesario ver la trinidad en la vida personal y social como un proceso de evangelización al misterio salvífico. Es necesario reconocer al ser humano como un misterio, al mundo mismo como un misterio, a Dios mismo como un misterio.
El misterio de la trinidad esta presente en el ser humano, en la capacidad de la creatividad, en la admiración por la belleza, en la capacidad de amar, en la capacidad de salirse de sí mismo hacia el otro, en la libertad de hacer la voluntad de Dios. Porque Dios a través de su espíritu esta en el hombre, el hombre esta envuelto en el espíritu de Dios. Por eso es necesario que el hombre tenga conciencia de que sus luchas por la vida y por la libertad, es la misma lucha que hizo Jesús al hacer la voluntad del padre a través de su espíritu al instaurar su reino de la gloria y de la vida eterna.
El misterio de la trinidad se ha expresado, se ha revelado por Jesucristo, lo necesario para comprender el misterio divino es la fe, la fe es la puerta de entrada hacia la contemplación del misterio. La fe es creer y creer no es “aceptar las afirmaciones que Jesús y los apóstoles nos han hecho en nombre de la trinidad y sobre la trinidad”, creer significa entregarse, integrarse al padre, al hijo y al Espíritu Santo. “Confiar nuestra vida y nuestra muerte al misterio de la comunión que nos arropa y nos realiza infinitamente”. Creer significa un modo de ser, un camino que nos lleva hacia la dinámica de la revelación, sumergirse en la comunión de la vida trinitaria. Este es el camino que ha hecho Jesús hasta los últimos místicos, los místicos son los que ven la presencia de Dios, la gloria de Dios, son los que ven a Dios como existencia. Son los que expresan que Dios no es amor sino el amor es Dios. Porque si Dios es amor seria una cualidad de Dios y el amor no es una cualidad de Dios sino es Dios mismo, es la fuerza que hace que el ser humano salga de sí mismo hacia el encuentro del otro. El amor es Dios porque el amor envuelve la totalidad del hombre. El amor se expresa de distintas maneras como lo han expresado los místicos.
José Antonio Hernández
Es importante la invitación hacia la mirada desde el nacimiento, desde la base, desde el surgimiento de nuestra fe trinitaria y entender su proceso histórico, para tener una mejor comprensión actual de nuestra profesión de fe. También es necesario entender que el origen de nuestra fe trinitaria no es occidental sino más bien oriental, y gracias a los esfuerzos que se han hecho para la comprensión del misterio revelado por un judío oriental, Jesús de Nazaret. Desde esta perspectiva miraremos la evolución e intentos que se han hecho para la comprensión del misterio de la trinidad.
Los evangelios no hablan de la trinidad, ni siquiera aparece el termino “trinidad”, lo que aparece es el Padre manifestado y obedecido por el hijo, y la presencia del espíritu santo. Ahora bien, la tradición viene desde el Antiguo Testamento y Jesús le da un sentido verdadero a la tradición. Se hablaba de Yahvé, el cual Jesús lo identificó como Abba (padre), un padre que no esta lejos sino un padre cercano, un padre misericordioso (el hijo prodigo), un padre amoroso y Jesús revela su relación de hijo con el Padre en sus oraciones, en sus actitudes, en sus milagros.
Un ejemplo de su oración (Lc 10, 21-22) cargada de alegría del espíritu: “Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra…” además, esta oración manifiesta la relación del Padre con el hijo y el hijo con el padre. Este texto de Lucas es fundamental para la comprensión de nuestra fe, porque la fe es la integración del ser humano consigo mismo y con Dios, es decir, es la unidad personal, el encuentro personal del ser humano con Dios.
Así también, encontramos muchos testimonios de fe comunicados en los evangelios sobre el misterio revelado por Jesucristo, que a continuación daremos algunas características de dicha revelación. Vemos que la revelación misma se desarrolla en la vida humana de Jesús, porque Jesús revela la actitud de un padre misericordioso, revela que ha sido enviado por el Padre, hace un intento por restaurar el señorío del Padre, libera en virtud de una energía y de un entusiasmo que lo impregna y que causa la admiración de los presentes. Y el espíritu santo se manifiesta a favor de Jesús, actúa en su propia vida. Revela la unión y la comunión que existe entre el Padre y el espíritu. Esta revelación lo vemos claramente en su oración, en el anuncio de la buena nueva, en el enfrentamiento con los judíos, los fariseos, en sus gestos de sanar y su trato con sus discípulos. Dicho de otro modo, la revelación se hace por medio de sus palabras, obras y actitudes. Todo esto que he dicho es un testimonio de los discípulos oculares y oyentes de su enseñanza y su mensaje.
Ahora bien, necesitamos dar otro paso mas ¿cómo ha sido comprendido, vivido y enseñado el misterio de la trinidad por los padres de la iglesia en el mundo helenista? Hay tener presente el momento histórico, el momento político, el momento cultural y el momento religioso de la época. Realmente fue una época de transformación, una época de cambio, una época donde se va configurando un mundo cristiano, una transformación del imperio. Es el encuentro de dos culturas distintas, es el desarrollo de una nueva religión cristiana pero también es el momento de defender la fe, la religión de los cristianos. En esta época vivieron los primeros padres de la iglesia en traducir su experiencia religiosa en una teología adecuada a aquel ambiente para asegurar la verdad de la fe. Usaron expresiones precisas que estaban al alcance de la razón critica de aquel tiempo; como substancia, relación, persona que son términos propiamente griegos. Estos términos no aparecen en la Biblia, por ejemplo no hablaban de persona sino hablaban de hombre, de varón y mujer, después al hombre se identifico como persona, persona significa el que tiene derecho para expresarse.
Pero resulta que el misterio no se puede encajar bajo las categorías humanas, aunque el esfuerzo humano fue necesario para la época por captar la revelación de Dios dentro de las exigencias de la razón humana y explicarla de manera coherente y lógica para que sea creíble y aceptable. Para un cristiano no fue fácil explicar el misterio lógico de la trinidad y gracias a los esfuerzos de los grandes teólogos como Tertuliano, Orígenes, Teófilo de Antioquia y otros más. Y la tradición siguió su curso, el dogma se cerró hasta el concilio de Florencia (1439-1445) pero siguió el curso de una teología abstracta, teórica, incluso hasta nuestros días como nos hacia ver Boff. Actualmente todavía vale este lenguaje ante una cultura científica-racional. Pero también es necesario hablar el otro lenguaje, el lenguaje de Jesús testimoniado por sus discípulos.
Ahora estamos consientes que nuestra cultura tiene sus raíces profundas en la cultura griega y nuestra religión tiene sus raíces profundas en la religión judía, en el judaísmo. Por eso la necesidad de conocer las raíces de nuestra cultura y nuestra religión, el cual, es indispensable recorrer este camino para tener una mejor comprensión y explicación actual de nuestra fe.
EL MISTERIO DE LA TRINIDAD COMO EVANGELIO DE VIDA
¿La trinidad que tiene que ver con la vida del ser humano? ¿Cómo explicar la trinidad desde los pobres de América latina? Boff decía que “la trinidad tiene que ver con la vida de cada persona, con su hacer cotidiano en el esfuerzo de dirigir la existencia en la conciencia recta, en el amor y la alegría, en el sufrimiento en la pasión del mundo y de las tragedias existenciales; Tiene que ver también con la lucha por denunciar las injusticias sociales y por construir una convivencia más humana y fraternal, con todo los sacrificios y martirios que supone no raras veces este empeño”. Hemos dicho que la revelación de Dios se desarrollo en la vida humana de Jesús, pues la misma revelación de Dios se revela en la vida humana de cada cristiano, en la vida del pobre, del oprimido, y de cualquier hombre; es absolutamente necesario ver la trinidad en la vida personal y social como un proceso de evangelización al misterio salvífico. Es necesario reconocer al ser humano como un misterio, al mundo mismo como un misterio, a Dios mismo como un misterio.
El misterio de la trinidad esta presente en el ser humano, en la capacidad de la creatividad, en la admiración por la belleza, en la capacidad de amar, en la capacidad de salirse de sí mismo hacia el otro, en la libertad de hacer la voluntad de Dios. Porque Dios a través de su espíritu esta en el hombre, el hombre esta envuelto en el espíritu de Dios. Por eso es necesario que el hombre tenga conciencia de que sus luchas por la vida y por la libertad, es la misma lucha que hizo Jesús al hacer la voluntad del padre a través de su espíritu al instaurar su reino de la gloria y de la vida eterna.
El misterio de la trinidad se ha expresado, se ha revelado por Jesucristo, lo necesario para comprender el misterio divino es la fe, la fe es la puerta de entrada hacia la contemplación del misterio. La fe es creer y creer no es “aceptar las afirmaciones que Jesús y los apóstoles nos han hecho en nombre de la trinidad y sobre la trinidad”, creer significa entregarse, integrarse al padre, al hijo y al Espíritu Santo. “Confiar nuestra vida y nuestra muerte al misterio de la comunión que nos arropa y nos realiza infinitamente”. Creer significa un modo de ser, un camino que nos lleva hacia la dinámica de la revelación, sumergirse en la comunión de la vida trinitaria. Este es el camino que ha hecho Jesús hasta los últimos místicos, los místicos son los que ven la presencia de Dios, la gloria de Dios, son los que ven a Dios como existencia. Son los que expresan que Dios no es amor sino el amor es Dios. Porque si Dios es amor seria una cualidad de Dios y el amor no es una cualidad de Dios sino es Dios mismo, es la fuerza que hace que el ser humano salga de sí mismo hacia el encuentro del otro. El amor es Dios porque el amor envuelve la totalidad del hombre. El amor se expresa de distintas maneras como lo han expresado los místicos.
José Antonio Hernández
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